125 años de un sentimiento
3 min readCuando Joan Gamper fundó el FC Barcelona el 29 de noviembre de 1899 poco podría imaginarse la magnitud que adquiriría la recién creada entidad con el paso de los años. Aunque estoy convencido, y me remito a la visión polideportiva de Gamper, su vocación de abrir el Barça a la sociedad y consolidar una organización asociativa con un modelo de propiedad que hoy se mantiene robusto -y así será para siempre-, que nuestro fundador no tuvo ninguna duda de que aquella sociedad deportiva iba a ser algo más que un club de fútbol.
En 1921 el propio Gamper anunció en una asamblea extraordinaria de socios que con la construcción del campo de Les Corts, “nacerá un Barcelona nuevo, y se abrirá una era de prosperidad y se cerrará el período preparatorio de una historia”. Cumplidos los 25 años de vida, en 1924, ya con el flamante estadio donde brillaba aquella generación de futbolistas, Samitier, Sancho, Piera, Alcántara, erigidos en ídolos de masas que llenaban estadios y páginas de la prensa deportiva, estoy convencido que Gamper vio cumplido su sueño de convertir el Barça en algo extraordinario.
Gamper
Vinieron los 60 y el crecimiento social del club, la llegada de personas de varias regiones de España, que encontraron en Catalunya una tierra donde empezar una nueva vida y en el Barça la vía más rápida de integración y un sentimiento para siempre. Y después llegó Cruyff. Y la final de Basilea. Y la Liga del “Urruti t’estimo” cantado por Puyal. Y el Dream Team, que nos llevó a lo más alto en Wembley. Y después celebramos el Centenario antes de que vinieran nuevos tiempos, con más títulos, más Champions, nuevas leyendas y un sextete único con Guardiola en el banquillo y un equipo majestuoso abanderado por Messi en el campo. Y llegamos a nuestros días cuando abrazamos un equipo que, a las órdenes de Flick, es presente y es futuro y dignifica el trabajo realizado en La Masia, eje del proyecto deportivo actual.
Somos más que un club. Y más que futbol, porque el Barça es el mejor club deportivo del planeta con unas secciones profesionales que han construido equipos de ensueño en un Palau que convierte mitos en leyendas. Y tenemos un equipo femenino de fútbol que es el mejor conjunto de Europa, que levanta Champions en los estadios y Balones de Oro en París.
Como presidente del Barça quiero agradecer a los socios, socias, aficionados y aficionadas, a los peñistas de todo el mundo, su amor incondicional por el escudo. Somos un club global sin renunciar a nuestros orígenes, Barcelona, Catalunya. Porque es evidente la identificación del club con la Catalunya abierta al mundo, una relación natural entendida y respetada por todos los culés independientemente del lugar en el que hayan nacido. Porque somos un Club que promueve y defiende nuestra cultura, nuestra lengua y, al mismo tiempo, defiende y respeta todas las formas de pensar y de reconocerse de los millones de aficionados y aficionadas de todo el mundo.