Destrozo gigantesco de Alcaraz en Indian Wells

Carlos Alcaraz ha plantado su bandera en ‘Tennis Paradise’, la extensa instalación que emerge del desierto californiano para acoger el torneo Masters 1000 ATP de Indian Wells, disputándose en paralelo el WTA de la misma categoría. Para muchos jugadores, que siempre lo valoran con la máxima puntuación, prácticamente un quinto Grand Slam.

El español, 21 años y nº 3 mundial, se siente en casa. No habita en un hotel, sino en una de las villas junto a su equipo y familiares. Disfruta hasta sentándose en el carrito de golf (el otro deporte rey del complejo y del vestuario) que lleva a los tenistas desde su zona al estadio principal. Sonríe permanentemente. Más aún cuando una decena de aficionados se asienta en la grada y hace bulla bajo el disfraz de abejas en recuerdo del episodio del enjambre atacando al español en los cuartos de 2024 contra Alexander Zverev.

Roger Federer

“La pista es lenta, la pelota bota alto. Todo es perfecto para mí”, anunció Alcaraz tras arrollar al francés Quentin Halys. Volvió a hacer otro destrozo gigantesco. Empequeñece a rivales con nombre y ranking, de categoría. Los tritura.

Fue el turno del canadiense Denis Shapovalov, que había ganado 9 de sus últimos 10 partidos. Campeón en Dallas, semifinalista en Acapulco, también se rio, aunque en su caso de incredulidad por el nivel rotundo enseñado por Alcaraz, que se impuso por 6-2 y 6-4 en 1h.23′.

Dirigió su dedo al grupo de fans-abejas, a quien dedicó su decimocuarta victoria consecutiva en Indian Wells, la 18ª en 20 encuentros, un balance sólo superado por el 19-1 de Jimmy Connors. Listo para continuar el miércoles, contra el vencedor del duelo entre el búlgaro Grigor Dimitrov y el francés Gael Monfils.